HISTORIA EGORF

Durante décadas, jugadores mayores de 35 años en toda Europa han seguido disfrutando del rugby bajo distintos nombres: Old Boys, Old Crocks, Buffties, entre otros. Sin embargo, el primer Festival Oficial de Rugby World Golden Oldies se celebró en Auckland en 1979, organizado por el exjugador neozelandés Tom Johnson, con el apoyo de Air New Zealand. Desde entonces, este evento se ha llevado a cabo cada dos años, alternando entre el hemisferio norte y el sur, con el objetivo de mantener viva la pasión por el rugby en jugadores veteranos. Para promover esta iniciativa a nivel global, se creó el Comité Mundial de Golden Oldies Rugby.

En Europa, el desarrollo del Golden Oldies Rugby estuvo liderado por Jeff Butterfield, quien representó al continente en el World Grand Old Rugby Committee. Butterfield es recordado como uno de los centros más talentosos en la historia del rugby inglés. Comenzó su carrera profesional con los Northampton Saints, equipo para el que jugó 227 partidos. Además, representó a Yorkshire en 54 ocasiones, siendo capitán en dos finales del Campeonato del Condado (1953 y 1957).

A nivel internacional, Butterfield debutó con Inglaterra en 1953 contra Francia y jugó ininterrumpidamente durante seis años, participando en 28 partidos consecutivos en su última temporada, en la que también fue capitán. Bajo su liderazgo, Inglaterra conquistó en varias ocasiones el Campeonato de las Cinco Naciones, logrando cuatro títulos, además de dos Triple Coronas y un Grand Slam.

Además de su trayectoria con Inglaterra y Northampton, Butterfield brilló en la gira de los Leones Británicos en 1955 a Sudáfrica, donde anotó tries en tres de los cuatro test matches. También formó parte de la gira a Nueva Zelanda en 1959, aunque una lesión le impidió jugar.

El primer Festival Europeo de Golden Oldies Rugby se celebró en Hertogenbosch, Países Bajos, en 1992, con la participación de equipos de ocho países. La organización estuvo a cargo del equipo Dutch Exiles, liderado por David Haynes, quienes introdujeron el emblemático Trofeo Reliquia Maltratada. Desde entonces, este trofeo se entrega al equipo que mejor representa el espíritu del rugby veterano, tanto dentro como fuera del campo.

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